Además de las recetiñas que os traigo de vez en cuando y que están basadas en mis experimentos y rescatadas de las cocinas de mi familia, de vez en cuando os cuento esas experiencias que tantas satisfacciones me producen cuando desarrollando una actividad contribuyes dentro de tu entorno y en la medida de lo posible a la divulgación de la celiaquía.
Esta vez fue durante la Semana Cultural de Villanueva del Pardillo, quiero desde este espacio dar las gracias al Ayuntamiento y en concreto a Cristina Cogolludo por contar con nosotros y dedicar un pequeño espacio a la celiaquía durante esta semana de trascendencia en el pueblo.
El taller pensado para niños acompañados de un adulto fue de lo más gratificante y divertido. Los peques lo pasaron estupendamente y yo mejor que ellos.
Ni que decir tiene que organizar un taller lleva su tiempo y sus desvelos. Primero pensar qué hacer con los niños, despertar su interés y aprovechar el tiempo del que disponemos que no es demasiado extenso. En esta ocasión tomé prestada una receta de galletas de Marisa Famalap que tiene publicado en su blog Cocina fácil sin gluten. Aquí podéis pinchar y verla. La particularidad de esta receta es que la masa una vez hecha queda con una textura tipo plastilina y es ideal para que los niños puedan manipularla.
Teñí las masas de colores y les puse a los peques lacasitos y otras decoraciones para que se divirtiesen adornando sus galletas. Su creatividad me sorprendió ya que mezclaron las masas de diferentes colores e hicieron creaciones muy coloridas y divertidas.
Preparé una pequeña guía con los puntos básicos sobre qué es la celiaquía, el semáforo de los alimentos y las normas a seguir si en tu casa tienes un invitado celíaco. Sencillo pero con lo fundamental. Ah y la receta de las galletas, esa no podía faltar.
Y allí estaba el día 01 de febrero por la mañana colocando todas las cosas para que por la tarde estuviese todo dispuesto. A las 17.30 la sala de llenó de peques con sus padres dispuestos a pasar un rato divertido, que os puedo garantizar que lo fue y mucho.
Me sorprendió muy gratamente que cuando pregunté cuantos celíacos había sólo estábamos Irene y yo. También estaba la mami de un niño celíaco. Agradecí infinito que se tomasen interés en un taller de galletas sin gluten, es de agradecer el interés sobre todo cuando está enfocado a niños. La empatía que muestran es infinitamente mayor que los adultos.
Aunque llevaba las masas preparadas de casa les enseñé “in situ” cómo hacer una masa, y fue muy divertido tenerlos a todos expectantes y pendientes de como una mezcla de harinas con huevo y mantequilla se convertía poco a poco a base de amasado en una masa manejable.
Repartimos entre los peques las masas de colores y empezaron a amasar y dar forma a sus galletas con la variedad de cortapastas que tenían. Tuvieron mucho éxito la guitarra eléctrica y el helicóptero. Disfrutaron muchísimo y os puedo decir que es una actividad muy divertida para un domingo de lluvia y frío ahora que el invierno nos regala tantos días como estos.
Poco a poco fuimos horneando las galletas y todos pudieron llevarse una bolsita de ellas a su casa, aunque la mayoría le dieron un buen bocado aún recién salidas de horno.
Me gustó mucho que a todos les parecieron galletas muy sabrosas y con buena textura. Eso quiere decir que poco a poco y a base de trabajo nos vamos acercando a recetas ricas que nada tienen que envidiar a sus primas gluteneras.
Sólo me queda agradecer una vez más a los asistentes haber tomado interés por esta actividad y al Ayuntamiento de Villanueva del Pardillo por contar con la celiaquía en la Semana Cultura.
GRACIAS. Y hasta la próxima.
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