Hoy os traigo una receta típica del sur de España. No será porque no lo digo, soy gallega de pura cepa y por mi tierra este tipo de platos, no se estilan demasiado. Nosotros somos más de caldos, y bebidas calientes, tremendo error sobre todo cuando provienes de una provincia como Orense donde las temperaturas en verano alcanzan máximas dignas de abrir titulares en los telediarios.
Me costó lanzarme a hacer esta receta y reconozco que estoy encantada con ella. El salmorejo es una receta muy sencilla típica de Córdoba, un plato completo ya que aporta cereales (pan que en nuestro caso será sin gluten), verduras y grasa de la mano del Aceite de Oliva Virgen Extra.
Como os podéis imaginar en una elaboración tan sencilla lo más importante es la calidad de los ingredientes. Unos tomates de buena calidad serán la base de un buen salmorejo y sin duda alguna un buen Aceite de Oliva Virgen. Yo utilizo el aceite que desde hace 20 años me trae mi amigo Jose desde Córdoba, y os puedo garantizar que una vez que pruebas el buen aceite los demás no os servirán.
Vamos con la receta.
Ingredientes:
1 kilo de tomates maduros
1 diente de ajo (opcional yo no se lo pongo)
200 gramos de pan sin gluten (blanco y un poco consistente)
70 gramos de Aceite de Oliva Virgen Extra
una cucharadita de sal
Preparación en Thermomix:
Yo lo preparo en la Thermomix y la verdad es que no se tarda nada. Lavamos los tomates, le quitamos el pie y los trituramos junto al diente de ajo a velocidad 10 durante un minuto o minuto y medio, hasta que queden bien finos. Añadimos el pan y la sal y programamos otro minuto a velocidad 10 hasta conseguir una masa espesa y homogénea.
Para añadir el aceite lo vertemos en la tapa con el cubilete puesto a velocidad 5, así conseguiremos que caiga a hilo y emulsionará mejor.
Lo dejamos en el frigorífico hasta que esté bien frío.
Se sirve acompañado de jamón, huevo duro y un chorreoncito de aceite de oliva.
Si no tenéis thermomix no pasa nada, es un poco más laboriosa su elaboración y además es necesario pelar los tomates ya que la batidora no triturará las pieles de los tomates. En este caso es importante tener mucho cuidado al añadir el AOVE hacerlo muy poco a poco para que emulsione bien.
Hacedme caso y no os resistáis a estos platos que para el verano son fresquitos e ideales para refrescarnos cuando hace mucho calor, y además vienen cargados de vitaminas.
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