Después del parón vacacional toca poco a poco retomar la vida normal. Las rutinas se van adueñando de nuestro día a día y dentro de mis rutinas está publicar entradas en el blog.
Hoy os voy a contar una receta que cojo prestada del blog de CELIAQUINES, con algunas modificaciones “marca de la casa”. Es un rollo de carne picada que gustó mucho, no es complicado de hacer, y lo mejor de todo es que podéis dejarlo preparado con antelación porque se toma muy bien en frío. Además es una receta que puede hacerse tanto “singlu” como glutoniana, así que mis amigos glutonianos que visitáis el blog no tenéis excusa para hacerla.
Ingredientes:
400 gramos de carne picada (yo probé a hacerlo de pollo y de carne picada mixta, no sabría decir cuál de los dos me gustó más).
Jamón cocido en lonchas.
Queso en lonchas.
Dos huevos.
Pan rallado sin gluten.
Sal, ajo, perejil y pimienta.
Aceite de oliva.
Preparación:
Salpimentamos la carne al gusto, yo utilizo para este tipo de recetas una mezcla de ajo, perejil y sal que tengo preparado habitualmente y que le da un sabor exquisito tanto a las carnes y como a los pescados.
Añadimos los dos huevos y mezclamos hasta que queden repartidos de manera homogénea, lo podemos dejar reposar un rato para que se mezclen bien los sabores. Después de esto le añadimos pan rallado sin gluten hasta que la mezcla coja un poco de consistencia y podamos trabajar con ella. Ponemos papel transparente sobre una superficie y estiramos la carne dejando una capa lo más fina posible poniendo cuidado de que no queden “poros” sino al hornearla se los colará el queso por ellos.
Colocamos una capa de lonchas de queso y por encima otra de lonchas de jamón cocido. Esta receta admite cantidad de variantes y una de ellas es cambiar el jamón cocido por jamón serrano o bacon. Al poner las lonchas del relleno pondremos cuidado de dejar los bordes libres para que nos quede margen para cerrarlo.
Después de rellenarlo hay que enrrollarlo utilizando el papel para hacer el rollo. Aunque puede parecer un poco complicado no lo es. Para esto hay que conseguir con el pan rallado que añadimos en el primer paso una consistencia adecuada, ni demasiado suelto ni demasiado “cemento” para que una vez pasado por el horno no quede seca la carne.
Cuando lo tenemos totalmente enrrollado cerramos bien las esquinas para que no se nos “escape” el queso al derretirse en el horno. Y lo rebozamos en pan rallado. Hay un producto que descubrí hace poco tiempo que queda buenísimo. Es un rebozado crujiente de Esguir, lo compro en Hipercor y cuesta 2.40 euros el paquetito. La verdad es que queda mucho más rico si se hace con este empanado, pero como nada hay perfecto, si ponemos este empanado no aguanta crujiente más de un día. Cuando tenemos el empanado se rocía con un poco de aceite de oliva y se hornea durante 30/35 minutos a 180º en la zona central del horno, si queréis que quede dorado al final le ponéis el grill. En la foto de la derecha está el acabado con pan rallado y en la de la izquierda con Crunchy Crumbs.
Y este es el resultado al corte. A mi celiaquita le encanta y al resto de la familia también. Se puede acompañar con mil guarniciones, patatas asadas o fritas, arroz blanco, verduras asadas, setas… Lo que se os ocurra.
Espero que os guste.
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