Hace tiempo que vengo dándole vueltas a la cabeza a la idea de preparar la pasta fresca en casa. La verdad es que se tarda poco tiempo, menos del que pensamos y los resultados son espectaculares.
Cuando se trata de pasta fresca sin gluten tenemos además varias ventajas, para mi la más importante es queno endurece después de hecha tanto como la pasta seca. Si hacéis lasaña no es necesario cocerla, ya que se hace en el horno, y nos ahorramos el latoso proceso de cocer las placas. Podemos hacer bastante de una vez ypodemos congelarla. Como véis todo son ventajas.
Y por si os entra el miedito os diré que ni siquiera necesitáis la máquina para hacer pasta, si os decidís a hacer lasaña o canelones la podéis estirar fácilmente con el rodillo ya que la masa es bastante manejable y hacer las placas vosotros mismos. Para hacer los ravioli utilicé el molde que véis en las fotos y que compré en “todo a 100” por menos de 3 euros y que trae molde para empanadillas y ravioli. Si no los hacéis es porque no queréis.
A mi hacer lasaña o canelones me soluciona mucho la vida, ya que la preparo con antelación cuando milagrosamente tengo un ratito y la dejo lista para el fin de semana. Ahora que hace buen tiempo podemos salir de paseo y al llegar la comida está preparada, a falta de hornearla un poquito. Y si tenéis niños éxito asegurado, ¿a qué niño no le gusta la pasta?
Desde que recibí en mi casa la harina panifcable de Nutri Free tenía muchísimas ganas de “meterle mano”, pero estaba preparando el Showcooking que hice en Majadahonda y todos mis experimentos hariniles estuvieron destinados a perfeccionar los panes que presenté en el taller. Así que en cuanto salí del lío me metí directa en la cocina con mi harina Nutri Free pensando qué hacer con ella. Y como de panes estaba un poco saturada decidí probar con la pasta fresca. Aquí tenéis el resultado.
Ingredientes:
125 gramos de harina panificable Nutri Free
2 Huevos
1 cucharada de AOVE
2 cucharadas de agua
Preparación:
En un bol pesamos la harina, hacemos un volcán en medio y ponemos los dos huevos, el AOVE y las dos cucharadas de agua. Mezclamos bien hasta obtener una masa homogénea.
Espolvoreamos la superficie de trabajo con harina y trabajamos con el rodillo extendiendo bien la masa hasta hacer una plancha fina.
Si vamos a hacer lasaña cortamos las placas y montamos la lasaña, ponemos bechamel en el fondo de un molde, cubrimos con placas de pasta, añadimos el relleno (en mi caso fue boloñesa), un poco de bechamel y queso rallado, cubrimos con pasta y repetimos hasta terminar con bechamel y queso rallado para gratinar. La ponemos en el horno durante 20 minutos más o menos a 180 grados hasta que esté gratinada.
Como me sobraron recortes preparé unos ravioli con el mismo relleno de boloñesa, en este caso la pasta hay que cocerla durante 3 o 4 minutos, según os guste más o menos al dente.
Y aquí tenéis las fotos de todo el proceso y de los resultados. ¡No me diréis que no es apetitoso!
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