Hace un tiempo que me vengo atando los dedos al ponerme delante del teclado del ordenador, controlando lo que tecleo, lo que pienso y lo que quiero decir. Pero hoy no sé muy bien por qué he decidido no hacerlo. Creo que estoy llegando a una edad en la que ya casi puedo decir de todo, sin faltar a nadie.
Soy blogger y seguiré siéndolo le pese a quién le pese. Seguiré escribiendo en MI BLOG lo que me apetezca. Pondré recetas sin gluten, contaré mis experiencias, mis reflexiones, y si un día me apetece hablaré de la vida de los cangrejos, aunque esa no sea la temática del blog, porque repito este es MI BLOG. Y en él escribo lo que me da la gana.
No, no gano un céntimo con esto. Por si a alguien le queda alguna duda y se piensa que me voy a abrir una cuenta en Panamá con los beneficios que me reporta el blog. Cuando voy a comer a un restaurante y luego os cuento aquí que me gustó y os pongo las fotos que hago justo antes de zamparme el plato, yo he pagado la cuenta en dicho restaurante como todo hijo de vecino, y si hago una entrada a ese restaurante simplemente es porque me ha gustado y porque pienso que en algún momento esa información puede resultar provechosa para alguien que esté buscando un sitio donde comer.
Es más puedo deciros que tener el blog me cuesta dinero, pago dominio y alojamiento web, eso cuesta un dinero al año que pongo de mi bolsillo. Y cuando organizo algún evento o bien acudo a alguna actividad siempre pago la gasolina, las horas de parking (normalmente aparcar en Madrid no es gratis).
Y sobre todo, algo que la gente no suele valorar, es el tiempo que dedico al blog. Eso también vale dinero. Es más pienso que el tiempo es lo mejor que podemos ofrecer a los demás, porque el tiempo que tenemos no vuelve nunca. Cuando una receta sale en el blog no suele ser la primera ni la segunda vez que se hace. Es más muchas veces se hacen cosas que quedan deshechadas porque simplemente no sirven.
¿Entonces por qué tienes un blog? Seguro que estáis pensando eso.
Porque me gusta escribir, me gusta cocinar y compartir con los demás mi experiencia en este mundo sin gluten que nos ha tocado, y si con ello puedo ayudar a una sola persona, sólo una, eso me vale. El mejor pago que he recibido en estos tres años son las muestras de cariño de las personas que han llegado al blog buscando información y de una u otra manera les he ayudado. Los correos y comentarios contándome lo bien que les ha salido una receta, ese es el mejor pago que uno puede recibir cuando dedica parte de su tiempo a esto.
Y si algo tengo que agradecer a este blog son las maravillosas personas que he conocido gracias a él. Con algunas de ellas he compartido experiencias, vivencias, y momentos extraordinarios que de otro modo no habrían ocurrido nunca.
Así que le pese a quien le pese voy a seguir escribiendo en MI BLOG. Compartiendo mis experiencias, mis recetiñas, mi ideas. Ni estoy en posesión de la verdad, ni pretendo gustarle a todo el mundo. Incluso los más grandes tienen críticos (estoy pensando ahora mismo en Bruce Sprinsteen que lo vi la semana pasada y hay quien le pone verde a pesar de ser uno de los mejores). A quien no le guste que no me lea, que nadie llega aquí forzado ni obligado.
He dicho.
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