Hace casi un año que Julián, de Cowup Coworking Majadahonda, me propuso que utilizase su local para “organizar algo de celíacos”. Lo miré como si me hablase en ruso: “ni loca“. Pero la idea quedó ahí y después del verano volvió “a la carga”. Tras darle vueltas decidí que podía ser buena idea organizar algo en torno al pan sin gluten, ya que en mi experiencia por redes sociales, la gente está ávida por aprender a hacer panes ricos, yo misma trabajo y experimento día a día para intentar mejorar los panes que tomamos en casa.
Y así tras madurar la idea, y darle muchas vueltas a la cabeza salió la idea del Showcooking Majadahonda, el 28 de febrero de este año. El planteamiento desde el principio fue elaborar panes sencillos, con harinas que la gente pudiese encontrar fácilmente. Cuando comenté el proyecto a Marisa (Famalap) me brindó todo su apoyo, su ayuda desinteresada y sus consejos que son valiosos no, lo siguiente. Además de traerse el día del evento sus dos panificadoras, con lo que pudimos elaborar más panes, y la degustación fue mucho más variada. También conté con la generosa ayuda de Ana y Victor (Los Caminantes) que colaboraron con su veteranía adquirida tras muchos años trabajando a favor del colectivo celíaco.
¿Os cuento mi experiencia? Trabajé mucho preparándolo, y sólo deseaba que todo saliese bien.
Antes de las 10 de la mañana la sala empezó a llenarse de gente que tenía muchas ganas de aprender, y sobre todo de compartir, cada uno su experiencia personal en torno al mundo sin gluten. El ambiente fue estupendo desde el primer momento. Y aunque estaba bastante nerviosa cuando empecé a hablar los nervios se pasaron rápidamente, sobre todo gracias a Marisa y los Caminantes que me arropaban y a los asistentes, ver sus caras fue suficiente para darme cuenta de que saldría bien.
Después de introducir un poco el taller comenzamos a pesar las harinas y a preparar los panes. Elaboramos chapatas integrales 100%, pan de molde con harina de arroz de Hacendado, el mismo pan de molde cambiando la harina de arroz por harinas protéicas (arroz integral, mijo y trigo sarraceno) y semillas, y bollitos rápidos en bolsa de asar. Utilizamos levadura fresca y seca, para ver los resultados finales diferentes. Pinchando sobre los enlaces podréis ver las recetas de todos ellos.
Cuando todas las máquinas estuvieron en marcha y la primera hornada de bollitos estaba cociéndose inciamos una tertulia en la que hablamos sobre harinas panificables (las más sencillas de encontrar y que estábamos utilizando en el taller), las distintas levaduras, los mejorantes que podemos utilizar para que nuestros panes estén más ricos, más tiernos, más esponjosos. Toda la información que había plasmado en el dossier que entregué a cada uno de los asistentes fue ampliamente analizada mientras pasaban las diapositivas de la presentación y las dudas fueron resueltas. En mitad de la tertulia salió la primera hornada de panecillos, y en la sala empezó a oler a pan.
Pan sin gluten.
Poco a poco las máquinas fueron terminando su trabajo y los panes vieron la luz. Mientras enfriaban se realizó el sorteo de prouctos que había gestionado con diferentes empresas sin gluten (Rusaffa sin gluten, Proceli, Nutri Free, Schär, Sam Mills). Lo cierto es que fueron muy generosos y en lugar de un lote de productos como era mi idea inicial al pensar en hacer un sorteo pude hacer siete lotes. No puedo evitar mencionar a mi pequeña celiaquita que fue la mano inocente que sacó los números.
Tras el sorteo llegó el momento de la degustación de los panes que elaboramos. No estaban totalmente asentados los sabores, ya que como sabéis el pan hay que dejarlo enfriar bien antes de comerlo pero el tiempo apremiaba, así que los cortamos y nos pusimos a ello. Gustaron mucho todos, las chapatas integrales sorprendieron, y el pan de molde con mijo (que fue mi apuesta arriesgada ya que el sabor es bastante particular). Ni que decir tiene que los grandes triunfadores de la gala fueron los bollitos rápidos en bolsa de asar ya que su elaboración es fácil y rápida.
Personalmente la experiencia fue muy positiva, y lo mejor de todo es que al día siguiente empecé a recibir fotografías de los panes que la gente estaba elaborando en sus casas y que se habían hecho en el taller. Para mi no hay mayor satisfacción que haber contribuido a despertar el gusanillo panarra en los asistentes al taller.
Mario de Celicalia nos lo contó en esta entrada y además hizo un amplio reportaje de fotografía y video (algunas de las fotografías de esta entrada son suyas)
Los Caminantes escribieron lo vivido en su web, podéis leerlo pinchando aquí. También ellos me pasaron una buena galería de fotos que acompañan esta entrada.
Y para que os animéis a hacer panes en vuestras casas os dejo las fotos que me enviáisteis algunos de los asistentes al taller. Para mi nada mejor que ver que pusisteis en práctica lo que os contamos.
Y ya sólo me queda desde aquí agradecer una vez más a Julián de Cowup Coworking que me metiera en este lío, a las empresas colaboradoras por confiar en mí y en el trabajo que hicimos y por supuesto a Marisa y a Victor y Ana por su colaboración desinteresada. Sin vosotros no habría sido lo mismo.
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