Hoy os voy a contar el último evento que organicé con una idea clara: difundir la celiaquía.
En el colegio de mi hija todos los años se celebra una jornada de puertas abiertas, es una fiesta para niños y padres, el Open Day. Este año estaba programado para el día 23 de abril pero las inclemencias climatológicas obligaron a hacer un cambio de fecha. Se trasladó el día al 6 de mayo fecha que también fue trasladada al día 27 de mayo. Lo cierto es que este año las lluvias han tardado tiempo en dejarnos.
El año pasado participé activamente en el concurso de tartas que se hace ese día en el colegio. Aquí podéis ver la tarta que hice y cómo la presenté.
Pero este año me propuse dar un pasito más. Así que me puse en contacto con la dirección del colegio para proponer el montaje de una “Mesa sin gluten” donde pudiesen degustarse algunas cosillas sin gluten y además se ofreciese información sobre la enfermedad celíaca a quienes se acercasen a nosotros.
Con la idea de conseguir tener una mesa atractiva sobre todo a los ojos de los niños me puse en contacto con algunas empresas para que me echasen una mano en tan ardua tarea. Desde aquí mi agradecimiento a ellasProceli, Airos, Big Box St, y Maíz&Almendra. Poco a poco fueron llegando a casa galletas, muffins, unas exquisitas tartas sacher, pastas, pan de molde para hacer sándwich, picos…
Cuando se anunció la cancelación una vez más del Open Day y su traslado al Día Nacional del Celíaco, en el que tengo multitud de actividades previstas con muchísima antelación me sentí un poco agobiada. Las cosas no siempre salen como tenemos previsto, pero contra grandes males grandes remedios.
Hablé nuevamente con el colegio a quienes quiero agradecer desde aquí la posibilidad de organizar esta actividad divulgativa, sobre todo porque pienso que entre los más pequeños plantamos una semilla y en el futuro dará sus frutos. Y decidimos organizar la merienda sin gluten, esta vez a cubierto para evitar que las inclemencias del tiempo diesen al traste con la programación de las actividades.
El cambio en la programación hizo que la maquinaria de mi cabecita trabajase para sustituir el día de la fiesta, así que pensé que para divulgar la celiaquía entre los más pequeños lo mejor era contarles un cuento y después hacer una merendola en la que todos probasen las delicias sin gluten que había recibido por parte de los patrocinadores y que no podía dejar que se echasen a perder.
Además de todo lo que me enviaron yo preparé unos minicupcakes de zanahoria, una de las recetas que más se repiten en casa y que tenéis en este enlace, y unas cookies con harina de castaña y chocolate cuya recetiña es secreta y que os puedo garantizar que son una auténtica maravilla.
Enfrentarme a un nutrido grupo de niños para contarles un cuento me tuvo nerviosa todo el día. Los niños son impredecibles pero muy receptivos. La verdad es que disfruté muchísimo con ellos. Por cierto sus papás me echaron la “bronca” porque hablé mucho del gluten pero no les expliqué exactamente qué es y todos preguntaron a sus papás qué es. Eso me gusta, sinónimo de que estuvieron atentos y desperté en ellos la curiosidad.
Después de la charla merendaron. Y mientras tanto se formaron grupitos de papis que preguntaban sobre la celiaquía. Así que la labor fue doble, a los niños les pusimos en la senda de la celiaquía, y a los padres les despertamos la curiosidad sobre una enfermedad que está al orden del día y que nadie estamos libres de desarrollar en algún momento de nuestra vida.
Quiero desde aquí dar las gracias, al colegio por permitirme desarrollar esta actividad, que aunque tuvo algunos contratiempos finalmente salió adelante. Espero en próximas ocasiones poder hacer una “Mesa sin gluten” en el Open Day.
Por otro lado a todas las empresas que colaboraron conmigo en la organización de este evento ya que sin ellos la merienda no habría sido posible.
Y como no a la gente que me ayudó de una u otra forma. A Ana Gamo por estar pendiente de la recepción de los envíos cuando yo por motivos laborales no podía. A Marta Alvarez por pegarse la currada el día del Open Day y ayudarme a montar y desmontar todo. A Mario de Celicalia, aunque llegaste tarde (ya sabemos que en Madrid la lluvia lo complica todo) estuviste dando tu apoyo. Y a todos mis amigos gluten free que me apoyan y animan siempre.
Gracias de corazón.
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