Ahora que el verano nos ha dejado, parece que nos apetece empezar a encender el horno y que nuestras casas se inunden del aroma de dulces recién hechos. Cómo supongo que podréis imaginar por las recetas que suelo publicar yo no soy demasiado golosa, pero en casa lo son y mucho, así que ya toca subir una receta dulce. La otra tarde mi pequeñaja empezó a decir que quería hacer magdalenas (esta niña va para cocinera), así que no me quedó más remedio que ponerme a la tarea de prepararlas.
Busqué una receta en el libro de Thermomix sin gluten, e improvisé con lo que tenía por casa. En lugar de piel de limón puse piel de mandarina, y ¿sabéis que os digo? Que de momento son las magdalenas que salieron más esponjosas desde que voy probando unas y otras.
Ingredientes:
100 gramos de azúcar (yo puse 95 de azúcar normal y 5 de azúcar vainillado)
1 huevo
100 gramos de aceite de girasol (yo utilizo Koipe de repostería)
75 gramos de leche
150 gramos de harina sin gluten PROCELI
1 cucharadita de postre de levadura química (usé Nature Improver)
1 pizca de sal
Preparación:
Ponemos el azúcar en el vaso y pulverizamos durante 30 segundos poniendo velocidad progresiva de 5 hasta 10.
Añadimos la piel de mandarina y programamos 20 segundos poniendo velocidad progresiva de 5 hasta 10.
Ponemos la mariposa en las cuchillas, añadimos el huevo y programamos 3 minutos, 37 grados, velocidad 3. Después programamos 3 minutos, velocidad 3 (sin programar temperatura).
Añadimos el aceite y la leche y programamos 3 minutos a velocidad 2.
Retiramos la mariposa y añadimos la harina, la levadura y la sal. Mezclamos durante 10 segundos, velocidad 5.
Ponemos la masa en los moldes para magdalenas, dejándolos a 3/4 de su capacidad. Los dejamos reposar en la nevera durante 30 minutos.
Precalentamos el horno a 180 grados. Espolvoreamos las magdalenas con azúcar y las introducimos en el horno durante 20 minutos.
Dejamos enfriar, ¡y a disfrutar!
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