Hoy os traigo una receta muy sencilla, de las que yo digo siempre que se hace en un “pis pas” y que está buenísima y además es muy resultona, sobre todo si tenéis invitados.
Hay que prepararlos justo en el momento de servirlos a la mesa. Ese es el único punto que tienen en contra, ya sabéis que me gustan las recetas que se preparan con antelación pero estos se hacen tan rápido que no dan demasiado trabajo.
Ingredientes
Langostinos crudos
Tres dientes de ajo
Coñac
Sal gorda
Aceite de oliva
Preparación
Picamos los ajos en trozos pequeños y los salteamos en el aceite a fuego lento. Hay que tener cuidado de que no se quemen, cuando empiezan a estar dorados añadimos los langostinos y un poco de sal gorda. Les damos una vuelta y cuando empiecen a cambiar de color añadimos el coñac. Los tapamos y dejamos que cuezan hasta que evapore el alcohol.
Servimos y a comer antes de que se enfríen. Es fácil y rápida y la salsa que deja os garantizo que está riquísima. Conviene tener a mano un buen pan (sin gluten por supuesto) para mojar en ella.
¿Os atrevéis?
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