Como todos sabéis el mes de mayo se llevan a cabo numerosas actividades que pretenden dar visibilidad al colectivo celiaco.
El pasado fin de semana tuve la oportunidad de participar junto con otros compañeros y amigos blogueros en una actividad organizada por La Celiacoteca. El motivo de tal evento os lo contaré más adelante. Vayamos por orden.
A las 11.30 estábamos citados en la C/ Talamanca, muy cerquita del centro histórico de Alcalá de Henares y allí fuimos llegando, saludándonos y charlando unos con otros. Algunos nos conocíamos desde hace años y otros sólo de interactuar por las redes sociales. Fue genial ponernos cara.
Tras tomar un café, comenzó la primera actividad que habían preparado para nosotros, una visita guiada a los puntos más emblemáticos de la ciudad de la mano de Vicente Fernández. Un magnífico historiador y excelente guía que nos llevó por las calles de la ciudad Cervantina de manera amena, desentrañando los pequeños secretos que atesora. Lo cierto es que el día no acompañaba ni un poquito, llovía bastante y por momentos la lluvia arreciaba pero eso no nos detuvo en nuestro paseo.
Personalmente me encantó nuestra primera parada en la ruta que hicimos, el corral de comedias de Alcalá es uno de los corrales de comedia más antiguos de Europa. Las explicaciones de Vicente nos pusieron en situación de cómo se vivían las representaciones. Consiguió por momentos que nos pudiésemos imaginar cómo transcurrían las representaciones que en su día duraban en torno a las 8 horas.
Cuando terminamos la visita llovía a cántaros, pero eso no nos paró. Hubo quien disfrutó de lo lindo metiendo los pies en los charcos. Cuanto más grandes mejor. Lo cierto es que fue una pena no poder disfrutar de la luminosidad de Alcalá. Bajo los soportales Vicente nos dio una charla sobre la Plaza de Cervantes. Una de las cosas que aprendí en este día es que el gran Leonardo Da Vinci proponía que la altura de las casas y el ancho de las calles ha de ser proporcional. Esta norma se cumple en Alcalá haciendo que la luz, y más concretamente la del sol, llegue al suelo de manera que la ciudad es muy luminosa y alegre. En este día no pudimos disfrutar de esa luz extraordinaria que en otras ocasiones he podido ver en la ciudad.
La siguiente parada fue la capilla del Oidor donde fue bautizado Miguel de Cervantes y donde se conserva la pila bautismal reconstruida, en ella se mantienen algunos trozos de la pila original. En la actualidad es una sala de exposiciones con importantes cuadros y en el que destacaba un gran grabado de la ciudad de Alcalá del año 1565, realizado por Antonio de Viñas, pintor flamenco de la época que recorrió España y nos dejó fantásticos “fotografías” de ciudades de la época.
Desde ahí y siempre bajo la lluvia nos encaminamos hacia la Universidad de Alcalá. Nuevamente Vicente nos sorprendió contándonos anécdotas curiosas sobre cosas acontecidas en tiempos pasados. La Universidad fundada en 1499 por el Cardenal Cisneros fue un auténtico centro de sabiduría donde estudiaron personajes de la categoría de Lope de Vega, Quevedo, Nebrija entre otros muchos.
Si el claustro de la Universidad es bonito la capilla de San Ildefonso es una auténtica joyita. Con una acústica impresionante Vicente nos recomendó que si en alguna ocasión podemos disfrutar de un concierto en su interior no dudemos en hacerlo (ya me gustaría poder tocar ahí con mis compañeros de fatigas de La Sexta Cuerda). El artesonado del techo de estilo mudéjar nos dejó a todos sorprendidos. Al fondo de la capilla se encuentra la tumba del Cardenal Cisneros, que dispuso tener una tumba humilde pero por lo que pude observar no fueron contempladas sus voluntades. En cualquier caso sus restos no se encuentran ahí.
Al salir de la Universidad Vicente nos explicó los entresijos de la fachada de la Universidad. Una maravilla que merece ser observada con calma y paciencia.
Desde aquí nos dirigimos a la Catedral de Alcalá. Había visitado esta iglesia en otras ocasiones pero hacerlo de la mano de un historiador y guía como Vicente hace que la veamos con otros ojos. Por lo pronto aprendí que es Iglesia Magistral porque sus canónigos debían ser Doctores en Teología.
Y ya como colofón a la visita a Alcalá encaramos la calle Mayor para hacer una última parada en la casa museo Miguel de Cervantes. Casa que ya conocía de anteriores visitas a la ciudad pero que repito que fue todo un descubrimiento conocerla de la mano de Vicente ya que aprendimos cosas que de otro modo pasan desapercibidas.
Y ya desde aquí seguimos ruta hacia la Celiacoteca. Con el paseo que habíamos dado el apetito se había abierto y de que manera. Allí nos esperaban Helena y su equipo con una mesa llena de exquisiteces saladas entre las que no sabía decidirme al final probé todo a riesgo de sufrir un empacho, y os puedo decir que la empanada de espinacas me dejó absolutamente alucinada y como no, su nuevo pan de cáñamo, exquisito y con unas propiedades nutricionales extraordinarias.
Y mientras picábamos por aquí y por allá intercambiamos ideas, opiniones y conversación siempre sobre la celiaquía y los avances en el mundo sin gluten.
Después del picoteo llegó el momento especial para el que Helena nos había convocado. Su idea era la puesta de largo de un nuevo pastel que se llama “C”. La C de Celiaquía, Celiacoteca, Compromiso, Colaboración, Construir y yo añadiría otra C la de las Cosas hechas con Cariño. Este pastel estará a la venta los días 27, 28 y 29 de mayo y el 10% de los beneficios serán destinados a un proyecto de investigación sobre la enfermedad celiaca que se lleva a cabo actualmente en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Y ahí rompimos todos a aplaudir porque esto es sin duda alguna Solidaridad Celíaca.
¿Qué queréis que os diga de C? Que es una delicia de hojaldre con chocolate, nata y fresas. Nada empalagoso, con una presentación fantástica y que además es un dulce solidario. ¿Se puede pedir más?
Y tras brindar y degustar la C tocó la retirada, cada uno a su casa, agotados después de un día intenso pero con la satisfacción de haber vivido momentos que han merecido la pena.
Agradecer desde aquí al equipo de La Celiacoteca y concretamente a Helena el detalle de contar con nosotros para este evento. Por su saber hacer, por sus maravillosos dulces y también salados (no sé si es una suerte que me quedéis un poco retirados porque si os tengo al lado de casa no sé qué iba a ser de mí). Y sobre todo por su Compromiso con el Colectivo Celíaco.
GRACIAS.
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