Este fin de semana salimos a hacer unas compras al centro comercial que hay cerca de casa. Sabéis que hace Este fin de semana salimos a hacer unas compras al centro comercial que hay cerca de casa. Sabéis que hace días que escribí una entrada en la que os contaba la alegría que me producía descubrir que Rodilla (la cadena de sándwich por antonomasia) se había lanzado a incluir menús sin gluten. Así que aprovechando que estábamos allí y se nos echaba encima la hora de la cena decidí que era el momento de probarlos.
Me gustó sobre todo el protocolo que siguen para prepararlos. Le comenté a la dependienta que no hacía falta que lo calentase en exceso porque era para la niña y no quería que estuviese demasiado caliente. A lo que me respondió que les obligan a hacerlo así, igual que a manipularlo con guantes. Vienen envueltos en una bolsa de papel doble, con lo cual garantizan que está libre de contaminación cruzada. Disponen de cerveza sin gluten, pero para mi hija de 17 meses no nos hacía falta. También pequeños snacks de postre. El precio del sándwich es de 3.95 euros.
Esta es una foto del corte del sándwich. De sabor no está mal, yo siempre pruebo lo que come mi hija. Al llevar un ratito abierto se puso duro, los panes sin gluten siguen siendo un reto, incluso para Rodilla. Viene relleno con dos lonchas de jamón de York con una de queso en medio. Como podéis ver no es igual que en la foto que ellos publicitan, pero sabemos que de las fotos a lo que nos ponen en los platos normalmente media un abismo.
Valoración de la experiencia positiva.
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