Hace unas semanas me despedía de vosotros con intención de cerrar el blog y dejarlo todo. Pero soy inquieta por naturaleza y estar parada me resultaba imposible.
A pesar de no compartir en el blog mis recetas y andanzas he seguido trabajando, investigando y probando en este mundillo sin gluten, y sobre todo en el mundo del pan.
Y pensándolo bien ¿cómo no voy a compartir con vosotros los resultados de mi trabajo? Si con ello puedo ayudar a alguien en su camino hacia el pan sin gluten rico.
Así que después de pensarlo y sentir que no puedo estarme quieta he decidido volver. Y qué mejor momento para hacerlo que el DÍA MUNDIAL DEL PAN #wbd2016 . ¿No os parece?
Este año además tenemos una novedad importante en la que vengo trabajando hace un tiempo, junto a Marisa Famalap, Teresa Celicius y Cristina Copu. Un nuevo ingrediente que va a revolucionar nuestros panes y que todavía no está disponible en España aunque muy pronto Foody lo tendrá debidamente etiquetado y controlado.
El ingrediente estrella de estos panes es el ALMIDÓN DE TRIGO.
Pero tranquilos, no nos echemos las manos a la cabeza ni empecemos a correr. Porque en cuanto leemos la palabra trigo nos ponemos muy pero que muy nerviosos. Cabe matizar que el almidón de trigo no es apto para personas con alergia al trigo, pero sí para personas celíacas ya que no rebasa en ningún momento las 20 ppm que está autorizado legalmente. En algunos productos ya hemos visto que se está utilizando con resultados óptimos tanto de sabor como de textura y ahora, por fin, se acerca a todo el mundo.
El almidón de trigo sin gluten se obtiene aplicando un procedimiento de producción mecánico especial, que “libera” al almidón del gluten hasta situarlo por debajo del nivel calificado como “sin gluten”. Se elabora una mezcla de harina de trigo y agua, que se procesa en una centrifugadora para separar el gluten de trigo y los almidones secundarios (almidones B) por un lado y el almidón primario (almidón A) por otra. Posteriormente, el almidón primario se diluye con agua dulce, se tamiza, se somete a varios lavados, y así se reduce al mínimo el contenido restante de proteínas del almidón. Los productos sin gluten incorporan exclusivamente almidón primario de trigo.
Con este almidón de trigo conseguimos panes tan maravillosos como estos que hoy os enseño y además el sabor mejora notablemente, muy semejante al pan de trigo.
Nos queda mucho recorrido que hacer, investigar y probar hasta dar con las recetas adecuadas para conseguir panes perfectos pero poco a poco y con el trabajo de todos estamos consiguiendo unos panes que no tienen absolutamente nada que envidiar a los panes con gluten.
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